La última clase de Investigación Periodística en TEA

El martes 10 tuvimos nuestra última clase. Ahora, Mumi y yo estamos corrigiendo los poquitos trabajos finales que entregaron (ja! sigue el pase de facturas)y estudiando las críticas que gentilmente escribieron para la materia (tuvimos 98 por ciento de efectividad en la entrega, puesto que ... -iba a acusarlos, pero no- algunos no cumplieron aún su promesa de entrega por correo).

Ya charlamos sobre lo que sigue en este post el martes, y siempre son mejores los encuentros donde podemos ver en los ojos si los discursos son honestos y escuchar las emociones en los matices que van probando -inontrolablemente- las voces cuando hablamos con el corazón. Pero también creemos en el valor de la palabra escrita. Por eso (y para quien necesite usarlo como fuente documental en los próximos años)queremos expresarlo por acá.

Este blog, espinoso y querido objeto del año, sirve de testigo:

Fue un placer trabajar con ustedes: lo disfrutamos, aprendimos, renovamos nuestro entusiasmo por nuestra profesión. Por eso, gracias infinitas.

Y por su talento, sus ganas justicieras de verdad en este mundo, deseamos lo mejor para ustedes en los primeros pasos por un oficio que apasiona y decepciona, enriquece y consume, pero siempre abre los ojos, muestra realidades, aguijonea el sentido del asombro cuando la rutina pretende el desgano.

Ya están acá, chicos. Crezcan, aprendan, hagan: no paren.

Un abrazo fuerte de Marcela y Muriel.